FUE DETENIDO Y TRASLADADO DE INMEDIATO A UN PENAL FEDERAL
El ex Gobernador de Tucumán y ex Senador del peronismo fue condenado a 16 años de prisión por 9 casos de abuso Sexual por acceso carnal contra su sobrina.
Alperovich fue sentenciado a 16 años y quedó inmediatamente detenido. El Tribunal Oral en lo Criminal 29 leyó el veredicto después de las 20. El ex gobernador de Tucumán había decidido guardar silencio esta tarde, ante la posibilidad de decir sus últimas palabras. Durante el debate, negó los hechos. Su defensa apelará.
Al ex gobernador tucumano se lo juzgó por un total de nueve hechos de agresión sexual. Será con prisión efectiva. Los delitos ocurrieron entre el 14 de diciembre de 2017 y el 26 de marzo de 2018. También lo inhabilitaron para ejercer cargos públicos.
Arrumbado en una silla, con los hombros encogidos y los flashes apuntando, José Alperovich fue condenado a 16 años de de prisión por el abuso sexual de su sobrina, quien trabajaba bajo sus órdenes cuando era senador.
El juez Juan Ramos Padilla ordenó que fuera inmediatamente detenido y trasladado a una penal federal (Penal de Ezeiza). También se ordenó investigar por falso testimonio a tres de las personas que declararon en el juicio. La víctima será indemnizada.
El tres veces gobernador de Tucumán escuchó la sentencia con los ojos cerrados, la cabeza gacha y las manos apretadas: el juez terminaba de oír que era el responsable de abuso sexual simple reiterado en tres oportunidades, dos hechos en grado de tentativa y otros seis hechos con acceso carnal, “mediando para su comisión intimidación, abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad”.
“Proceda señor comisario”, dijo el juez. Alperovich no dirigió a nadie su mirada. Se paró, se puso el sobretodo mientras sus hijos lo abrazaban y despedían. Los periodistas le preguntaron si tenía algo para decir. Pero no dijo nada.
El juicio comenzó el 5 de abril. Alperovich se sentó por primera vez en el banquillo de los acusados. De un lado estaban los acusadores. El fiscal Sandro Abralde y un fiscal auxiliar, pero también la titular de Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), Mariela Labozzetta. Del otro lado, Alperovich y sus defensores: Augusto Garrido y Mercedes Rodríguez Goyena, que se había sumado hoy al juicio. En la instrucción, a Alperovich lo representó el hoy ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona.
“Sé que todos dirán lo mismo, pero yo quiero decirle, señor juez, que tengo 68 años, 11 nietos, 4 hijos… Quiero la verdad porque esto me mató. Con todo el respeto que le tengo al Poder Judicial, quiero la verdad y le pido que preste atención, señor juez, si puede, o el señor fiscal, a todas las pruebas”, dijo aquel día. Siempre estuvo acompañado por sus hijos.
Según la instrucción, los primeros abusos ocurrieron a mediados de diciembre de 2017 y continuaron hasta diciembre de 2018. Se trató de tres hechos de abuso sexual -dos de ellos cometidos en tentativa- y seis sucesos de violencia sexual agravada por haber sido con acceso carnal, algunos ocurridos en Tucumán, otros en Capital Federal, donde Alperovich, a partir de 2015, cumplía su tarea como senador. “En todos los casos, mediando para su comisión intimidación, abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad”, se sostuvo en la acusación.
Varios detalles de aquellos abusos denunciados ya habían trascendido en los medios de comunicación, al momento de la denuncia, que hizo pública la víctima. “No escribo para convencer a nadie de nada. Estoy aquí contra la opresión del silencio y por la necesidad de recuperar mi vida, de sanar llamando a las cosas como son, sin suavizarlas ni teñirlas, poniéndole al monstruo nombre y apellido. Cuando no le ponés nombre, no existe. El mío se llama José Jorge Alperovich, mi tío segundo y jefe, por quien fui violentada sexual, física y psicológicamente desde diciembre del 2017 hasta mayo de 2019. Durante un año y medio sufrí violaciones a mi integridad física y sexual. El avasallamiento fue demoledor. Tanto que ni siquiera pude ponerlo en palabras. Él oscilaba libre y cómodamente en los tres escenarios ante los que me posicionaba: el familiar, el laboral y el del horror de la intimidad que me forzaba a vivir con él”, decía en esa carta.
Según la causa, la joven F. L. comenzó a trabajar en la función pública de Tucumán en 2011 y seis años más tarde pasó a ser asistente y secretaria del entonces senador Alperovich. El segundo hecho ocurrió también en Puerto Madero, el 27 de diciembre de 2017, en el departamento de Alperovich. La denuncia sostiene que el 9 de febrero de 2018 Alperovich volvía con su sobrina de un acto de campaña en la localidad de San Pedro de Colalao y allí intentó abusarla. Lo mismo sucedió al día siguiente cuando volvían de Simoca y el 12 de ese mismo mes. Los hechos más graves ocurrieron durante el mes de marzo de 2018 en la casa que Alperovich tenía en la localidad de Yerba Buena, cuando cometió en cuatro días distintos hechos calificados como de abuso sexual con acceso carnal. La joven renunció el 24 de mayo de 2019.
En el juicio desfiló la joven -declaró a puertas cerradas- y luego sus familiares y amigos. Todos confirmaron que la chica les contó que había sido abusada. Luego sería el turno de los testigos aportados de la defensa que ponderaron al ex gobernador y pusieron en duda las acusaciones.
Tres testigos estuvieron a punto de ir presos por pedido de la fiscalía por ser reticentes o cometer falso testimonio. Manuel Frías, que trabajó como mozo para el dirigente; Víctor Hugo Decataldo, empresario de transportes que también tuvo una relación sentimental con Sara, hija del acusado, y David Cayatta, exchofer del exmandatario provincial. Sobre ellos, el juez decidió esperar el momento de la sentencia.
Antes de los alegatos, habló Alperovich. Por más de siete horas, se dedicó a negar, uno por uno, todos los hechos que los acusadores le endilgan. Insistió en que él no abusó de ni tuvo relaciones sexuales con F.L., la denunciante, y que el proceso penal en su contra lo había convertido en un “muerto en vida”. También planteó que la causa estaba “armada” y que tenía un “móvil político y económico” detrás. “Yo estoy de acuerdo con que hay que defender a la víctima. Y le diría que hay que matar al abusador, porque no hay que darle perdón. Pero hace 5 años que vengo con esto del tío abusador, el violinista. Una gran mentira. Los medios me han hecho pedazos, siempre con títulos falsos. Es muy doloroso. Por eso hoy vine ante usted para decir mi verdad, para que se saque la duda. Porque yo no abusé de ella”, le dijo Alperovich al juez
Luego llegó la antesala del final del juicio: la querella pidió 22 años de prisión; la fiscalía, 16 años y medio y su detención. También pidió la inhibición general de sus bienes, la indemnización de la víctima y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. El día de la acusación lloró. El juez Ramos Padilla ordenó una custodia policial sobre el imputado a los fines de garantizar su comparencia antes del veredicto. Su defensa pidió la absolución y habló de un testimonio construido para acusarlo injustamente.
La decisión llegó esta noche. Los canales de noticias volvieron a instalarse en la sala del recinto para difundir en vivo el veredicto de Ramos Padilla. Culpable, dijo la sentencia. “La condena vencerá el 17 de junio de 2040″, dijo el juez. Ahora llegará el momento de las apelaciones. Alperovich tiene 69 años.
Fuente: Infobae Argentina (Patricia Blanco, Sección Judicial, 18 de junio de 2024) https://www.infobae.com/judiciales/2024/06/19/condenado-por-abuso-sexual-alperovich-fue-sentenciado-a-16-anos-y-quedo-inmediatamente-detenido/